domingo, 20 de noviembre de 2016

DIARIO DE UN REFUGIADO

Hoy día 10 de noviembre hace un mes que bombardearon mi casa. Mi familia y yo desde entonces nos ocultamos en la sierra madrileña. Junto con otros refugiados a los que también han bombardeado su casa. Nos hemos preparado un refugio aprovechando las cuevas de la sierra. La situación es difícil porque ha llegado el frío y protegerse del calor es complicado. A penas, tenemos mantas y poca comida. El agua afortunadamente es abundante por estar en la sierra. El alimento podemos sacarlo de los animales de nuestro alrededor. Lo que pasa es que nunca habíamos cazado y tenemos que aprender a hacerlo. Estamos en contacto, a través de bajar a la ciudad, con otras personas que han bombardeado su casa. Todos queremos lo mismo. O que se solucione ya la situación o salir de nuestro país. No queremos que la situación se alargue en el tiempo.
Pienso en todas las personas que conozco y que no se de ellas nada desde que comenzó el conflicto. Por ejemplo, pienso en mi amiga Teresa. Hace mucho que no se nada de ella y es difícil saberlo porque las comunicaciones no funcionan.  

Decidme, amiga,
¿Cómo recordarte cada día?
Sin tú amistad y sin tu compañía:
¿A donde iré a buscarla?

LA LENGUA Y YO

MIS PRIMERAS PALABRAS:
Según cuenta mi madre cuando yo tenía alrededor de 10 meses comencé a decir mama y papa y poco más. Cuando cumplí el año ya decía algunas palabras más, la verdad que me gustaba hablar según dice mi madre. Y al año y medio mi vocabulario era bastante grande. Siempre me ha gustado conversar. Me hacía entender fácilmente.
Mis primeras letras escritas mi madre no las recuerda a penas, si recuerda los garabatos que dibujaba con muchos colores. Aunque no recuerda el momento de comenzar a escribir letras si recuerda que la primera palabra que escribí fue mi nombre. Todas las que vinieron después ni las recuerda mi madre, ni yo las recuerdo.

LAS LETRAS DE MI INFANCIA:
Mi madre me cuenta que desde el principio tanto para dormirme como para que dejara de llorar. Me cantó muchas canciones, mucho más que contar historias. Me cantaba muchas canciones que a su vez le cantaban a ella de pequeña. Y especialmente le gustaba cantarme canciones de Rosa León. A partir de cierta edad ya comenzó a contar cuentos e historias por las noches antes de dormirme. Se metía conmigo en la cama y me leía cuentos hasta que me dormía profundamente. A veces, me dice que nos dormíamos las dos con las historias. De todo lo que me cuenta mi madre, la verdad es que a penas me acuerdo. De lo poco que recuerdo es que nos dormíamos juntas.  Y de alguna que otra canción.

LAS PALABRAS DE MI GENERACIÓN
Algunas de las palabras que habitualmente utilizo y que utilizamos son "mazo", "flipa", "kitipasa", "máquina", "illo", "va", "okay", "what", "to",.... La mayoría de estas palabras son una manera de abreviar palabras o frases. Por ejemplo: "va" para decir vale; "to" para decir "to bien"; "mazo" para acompañar adjetivos; "kitipasa" para preguntar,...