lunes, 12 de junio de 2017

DIARIO DE UN REFUGIADO X. LA ÚLTIMA NOTICIA

NOTICIA: EL PASADO DÍA 10 DE JUNIO SE CELEBRÓ UNA MANIFESTACIÓN EN LA CAPITAL A FAVOR DE LOS INMIGRANTES RECIÉN LLEGADOS Y LOS QUE ESTÁN POR LLEGAR. DONDE SE PIDE EL APOYO DE LOS INMIGRANTES EN TODO EL MUNDO Y SU AYUDA PARA QUE SU ADAPTACIÓN A UN NUEVO LUGAR SEA CORRECTA Y ACEPTABLE. LA MANIFESTACIÓN TUVO MUCHO ÉXITO Y LA PLAZA DE LA CIUDAD FUE UNA AVALANCHA DE PERSONAS Y CARTELES EN APOYO A LOS INMIGRANTES.

DIARIO DE UN REFUGIADO IX. UNA RUTA QUIJOTESTA.

PARTE I DE LA RUTA FINAL: Por fin, me encuentro en la frontera aunque para mi sorpresa está cerrada. Hay más de 100 soldados vigilando que nadie pase. Como mi experiencia en cruzar fronteras es muy pequeña hablo con el resto de personas que estamos para cruzar la frontera. Somos unas 50 personas y se me ocurre hacer fuerza para obligar a abrir y pasar. Resulta que al mínimo intento nuestro, los soldados sacan toda su artillería como porras, granadas,.... Podría parecer que estamos locos, y lo que estamos es desesperados. Pero aún y todo nos frenan rápidamente. Decidimos ir al pueblo cercano para descansar y pensar que hacer para cruzar. Allí conocemos a personas de una ONG que nos ofrecen ayuda. Al día siguiente nos dividimos en grupos pequeños, puesto que en el pueblo hay más de quinientas personas queriendo pasar como yo y el grupo en el que estoy. A las 10 de la mañana nos dirigimos a la frontera nuevamente con Ana que es la persona de la ONG que nos va ayudar a pasar. Pienso que el grupo en el que estoy y yo misma estamos tan cansados y con tan mal aspecto que es lo que ha hecho que pasemos los primeros. Finalmente, conseguimos pasar al otro lado, pero eso, con un nuevo control policial. Llevamos después al siguiente pueblo donde estamos al menos una semana el grupo al que me he unido y lo aprovecho para hacer pequeños trabajos por los que cobro un poco de dinero. No se que me espera y prefiero llevar dinero conmigo. Pasada la semana, reunido dinero, llega el momento de cruzar la siguiente frontera. Y de nuevo, hay un control policial que paso sin grandes complicaciones. Nada más pasar, descubro que para continuar el viaje ahora es necesario ir en tren y para ello necesito comprar un billete. Llego a la ventanilla y me ponen muchas pegas para venderme un billete. Yo les explico que tengo dinero, que es importantísimo que coja el tren pero parece que no me hacen mucho caso. Aunque para mi soy importante para ellos soy una más. Finalmente consigo un billete tras mucho hablar y hablar y consigo subir al tren. Soy de las pocas afortunadas que como viaje sola porque no me queda familia, no me separo de nadie. Al subir al tren muchas familias de varios miembros han tenido que separarse porque la policía no le ha dado la gana y con malas maneras de dejarles viajar juntos. Parte II DE LA RUTA FINAL: Nada más subir al tren, una vez más la realidad es más grande que lo que pensaba. El tren está lleno, hay personas por todos los lados, no hay huecos, todo está lleno. En los vagones van mujeres con sus hijos, es el único espacio que se tiene en cuenta. Hay personas hablando de distintas partes del mundo. Y afortunadamente, escucho hablar castellano. Lo cual me tranquiliza mucho. Unas horas después, llegamos a nuestro destino y nos reciben voluntarios con agua, comida y mantas. Han preparado un espacio al lado de la estación y paso la noche con el resto de personas del tren. A la mañana siguiente nos informan que la siguiente frontera, su camino, es peligroso. Y recomiendan viajar de día, con palos y en grupo. Hay varias opciones y un grupo de personas y yo que trabajamos durante la espera en el anterior pueblo. Decidimos la opción del taxi por seguridad y rapidez. Es caro pero más seguro. Y el taxista nos lleva hasta la siguiente frontera. PARTE III DE LA RUTA FINAL: Cuando estamos llegando a la frontera, el taxista nos cuenta que colabora con una ONG y nos informa de como está la situación del país al que en principio vamos a cruzar. Está mucho peor de lo que nos habían dicho pro xenofobia, un gobierno que tiende a cerrar puertas y nos radicales que no quieren a nadie en su país más que a los suyos. Se ofrece el taxista y colaborador de la ONG a cruzar todo el país para que no tengamos ningún problema y pasemos sanos y salvos. Nuestro agradecimiento es enorme. PARTE IV DE LA RUTA FINAL: Gracias al taxista cruzamos al otro país sin problema y se despide y se va. Nuestra alegría desaparece rápido ya que el pueblo al que llegamos es muy xenófobo. Y no somos muy bien recibidos. No nos permiten dormir en ningún sitio, si entrar a tomar un refresco, ni sentarnos en parques. Sin embargo, como somos un grupo tan numeroso, propongo que nos manifestemos en contra de estos comportamientos. En la calle hay grupos de personas a favor de diferencia de raza y color y somos muy apoyados. Somos un grupo tan grande que nadie nos para y conseguimos cruzar la frontera nuevamente. Cuando cruzamos de pronto, aparecen autobuses enviados por las autoridades. Decido confiar en ellos, puesto que a pesar de una experiencia dura. Las personas con las que me he encontrado en el camino, me han apoyado mucho. Un grupo de personas y yo subimos al autobús. Unas horas después llegamos a la ciudad más cercana y allí somos recibidos con las manos abiertas. Nos conducen a un tren que nos lleva a la capital. Donde voluntarios nos recogen y nos ofrecen su apoyo. Nos conducen a un centro de refugiados donde paso una temporada y finalmente soy llevada a un piso donde por fin. Tengo una nueva oportunidad de hacer una vida nueva. Por su puesto, en un país diferente donde seguimos siendo inmigrantes y todo lo que supone.

lunes, 15 de mayo de 2017

DIARIO DE UN REFUGIADO VIII. LAZARILLA A LA FUERZA

Tratado I: Vuestra merced, estoy recién llegada a un campo de refugiados después de todas las situaciones vividas. Tengo que decidir si me quedo en este lugar o continuo buscando el mejor lugar. Hay más soldados que refugiados, las condiciones de higiene y salud son escasas. Hay pocas tiendas donde dormir y estamos muchas personas juntas en una misma tienda de campaña. Los soldados tienen muchos alimentos que no reparten con los refugiados. Ellos tienen unos alimentos y nosotros otros muy distintos. Se me ocurre quitarles parte de la comida para que cenemos el grupo con el que estoy. En el momento del relevo de la guardia que es cuando durante 5 minutos no hay nadie vigilando el puesto de alimentos. Para mi, no es robo, es repartir lo que hay entre todas las personas. Todas y cada una de las personas somos igual de dignas para alimentarnos. Tras la situación de falta de reparto de alimentos, decido que es mejor que siga mi camino en busca de un campo de refugiados donde las condiciones sean mejores. Tratado II: Vuestra merced, acabo de llegar al siguiente campo de refugiados. Aquí se ven muchos menos soldados que en el anterior. Sin embargo, las condiciones son peores. Las pocas tiendas de campaña que hay son para guardar alimentos, cocinar, para los enfermos y poco más. Aquí se duerme al aire libre con las pocas mantas que hay y en el suelo directamente. Ante las condiciones infrahumanas del campo, es muy difícil aguantar más que unas horas o un día como mucho. De hecho, apenas estoy horas. Ya que por la situación en la que están estas personas, se hacen protestas y revueltas frente a los pocos soldados que hay. Y somos desalojados por las fuerzas del orden. Que nos superan en número y energía. Tratado III: Vuestra merced, tras dos intentos fallidos. El grupo de personas con el que estoy, decidimos improvisar sobre la marcha y montar un campamento. Por supuesto, no tenemos material, ni comida para ello. Así que se me ocurre dividirnos en grupos e ir a los campamentos vecinos donde más soldados hay. Y cuando están en los cambios de guardia o durmiendo. Cogerles alimentos, mantas y suministros necesarios para al menos estar un par de días más. Nos sale todo bien y tenemos lo necesario para un par de días.Respetando a refugiados como nosotros que a penas tienen comida necesaria para sobrevivir y otras cosas necesarias. Mientras que los soldados están sobrados de cualquier suministro. Aunque el ambiente es muy cercano y cálido a pesar de las circunstancias. Nos sentimos tan desamparados que decidimos levantar el campamento y continuar el viaje. En busca de algo mejor. Tratado IV: Vuestra merced, el viaje es complicado a cada paso. Voy pasando por diferentes campos y cada uno a cual más duro. He estado en estadios olímpicos, campos de fútbol, amplias explanadas,... lugares todos ideales para montar campos de refugiados. Donde en cada uno la situación es complicada por el desinterés de las instituciones, por la falta de apoyos económicos, de mano de obra, etc. Las pocas personas que suelen estar y participar son voluntarios de ONG`S. Los recursos son muy, muy escasos. Entre la falta de recursos, las malas condiciones y en ocasiones la falta de solidaridad de algunas personas la experiencia que voy sumando va siendo poco positiva. La situación es muy dura. No pierdo la esperanza, sin embargo, de encontrar el lugar en donde estar cómoda y tranquila. Tratado V: Vuestra merced, he llegado al campo de refugiados más grande y preparado de los que he estado hasta el momento. Supongo que al ser tan grande, la organización es imprescindible. Todo está organizado, repartido y existe la posibilidad de poder trabajar en el y así sacar algo de dinero para estar aquí o continuar camino. Es fácil encontrar trabajo porque hay mucho que hacer. El tiempo que estoy me hace pasar por varios jefes que me dan distintos trabajos y de los más variados. Donde al final siempre tengo que estar atenta porque a la que pueden me engañan si no me doy cuenta. Pagándome menos, dándome más tareas de las acordadas, o más horas de trabajo de las habladas,.... El trabajo que para mi es más digno es el último que hago para una ONG`S donde me dedico a ofrecer a los recién llegados al campo, donde cada día vienen nuevos, un primer contacto con otros refugiados de sus países, pueblos de origen, víveres,.... y las ayudas necesarias para el comienzo. Y por este trabajo cobro algo de dinero. A pesar de todo, la vida es dura y las condiciones complicadas. Esto no se lo deseo a nadie. Ante la situación que tengo decido que así no quiero seguir y que he de irme de los campos en busca de otra cosa, un país donde vivir de una manera totalmente distinta. Nuevamente me enfrento a la situación de huir, cruzar la frontera en busca de otra cosa, otro lugar donde comenzar de nuevo.

jueves, 4 de mayo de 2017

DIARIO DE UN REFUGIADO VII. BEATUS ILLE.

Me siento sola en medio de tanta gente. Ahora si estoy sola de verdad. Antes echaba de menos mis cosas. Ya no son importantes, solo el recordar a mi familia y saber que ya no están. A partir de ahora, mi viaje es en solitario. De tierra firme y del registro policial, nos llevan a un campo de refugiados. No es la primera vez que estoy en uno. Y parece que fue hace mucho tiempo.
Mientras espero mi turno para pasar el control policial mi cabeza vuela como un águila recordando todo el viaje vivido hasta el momento. Quien me iba a decir que iba a vivir todo lo sucedido y en este  momento lo único que deseo es que acabe esto, ahora me siento tan pequeña como un guisante, me gustaría estar en mi casa tranquila con mis amigos y familia y no donde me encuentro ahora. Si pudiera me gustaría tener una vida normal, tranquila y relajada alejada de todo esto. Me conformo con esto.
Llega mi turno del control y esto me hace volver a la realidad. Tras pasar, me mandan junto con un grupo de personas a una zona que está poco poblada y parece muy tranquila. Es lo más parecido en este momento a un hogar. Me siento alegre y triste a la vez, me siento tan fuerte como Hércules y tan débil como las gotas de lluvia cuando está dejando de llover. Si tengo algo claro en este momento es que ahora estoy aquí y quiero que todo vaya bien.
Cuando vamos a instalarnos el grupo que hemos llegado hasta aquí, de repente, aparecen más refugiados y nos vemos obligados a juntarnos más de la cuenta para caber todos. Al fin y al cabo, no estoy tan contenta como esperaba. Este cambio de última hora, me ha decepcionado. Pensaba que podríamos estar cómodos. Me siento como una flor recién pisada en el suelo.
                                                       "Vivo sin vivir en mi
                                                         y de tal manera espero,
                                                         que muero porque no muero
                                                         lloro porque no tengo consuelo,
                                                         me desespero porque no puedo
                                                         me entristezco porque espero".
                                                       

miércoles, 1 de marzo de 2017

DIARIO DE UN REFUGIADO VI. COPLAS DE LA MUERTE DE SUS PADRES.

                                             
                                                   "Nuestras vidas son los ríos
                                                   que van a dar en la mar,
                                                   que es el morir...".

Una vez hemos subido en el barco tras abandonar el centro de internamiento cuando más pegaba el sol. Subimos solo con lo puesto porque a estas alturas del viaje, ya no nos queda equipaje de ningún tipo. Nos dan un salvavidas por persona que nos queda grande y está muy estropeado. A continuación, nos colocan a toda mi familia y a mi en el centro del barco donde más personas hay amontonadas. No paro de pensar en que ya no tengo nada de equipaje, ni un libro, ni un recuerdo, nada de nada. Me siento muy triste y como si me faltara algo. Por fin el barco inicia el viaje hacia algún lugar seguro. Viajo con mis padres.

                                                      "Los estados y riqueza,
                                                       que nos dejen a deshora
                                                       ¿Quien lo duda?
                                                        No les pidamos firmeza,
                                                        pues que son de una señora
                                                        que se muda,
                                                        que bienes son de fortuna...".

La travesía se ha iniciado y tengo mucho miedo, inseguridad y pena de lo que dejo atrás. Enseguida se ha hecho de noche y el movimiento tan fuerte del barco contra las las me asusta mucho. Nunca había sentido nada parecido a esta sensación. Trato de mirar a lo lejos del horizonte y solo veo oscuridad e intuyo movimientos en el agua que me asustan. Serán peces, ballenas, tiburones, no se ven y me asusta el dejar llevar mi imaginación. También, hace mucho viento y el ruido me asusta. En este barco todo me asusta y me causa miedo. Nunca había vivido nada parecido.

                                                        "contemplando
                                                          cómo se pasa la vida,
                                                          cómo se viene la muerte
                                                          tan callando...".

De pronto, el viento comienza a aumentar en intensidad y tenemos que agarrarnos al barco porque el movimiento es muy fuerte. De estar en el medio pasamos a ser arrastrados hasta un lateral. Nos agarramos con fuerza, mientras algunas personas a nuestro alrededor pierden el equilibrio, no encuentran donde sujetarse y caen al agua. A causa de las olas, varias personas se ahogan y mueren tratando de llegar al barco. En uno de esos movimientos del barco, mis padres caen al agua, les tiro un salvavidas pero no logran llegar a él porque no tienen fuerzas y dejo de verles. Mis padres han muerto y en este momento, estoy totalmente sola y me siento muy mal.
     
                                                        "Sus grandes hechos y claros
                                                          no cumple que los alabe,
                                                          pues, eran grandes padres,
                                                          amorosos y cariñosos.
                                                          Siempre pendientes de mi
                                                          apoyándome en cualquier tema".

                                                         "No dejó grandes tesoros,
                                                           ni alcanzó muchas riquezas,
                                                           pero, echaré de menos sus
                                                           sonrisas, sus abrazos y sus mimos.
                                                           También sus consejos y palabras
                                                           de amor y apoyo total".
                                     
                                                           "Y, aunque la vida perdió,
                                                             dejónos harto consuelo
                                                             su memoria".

Tras la muerte de mis padres me quedo dormida tras agotarme de llorar. Cuando me despierto veo que hay mucho movimiento en el barco y al lado nuestro hay otro barco. Decido acercarme donde está el barco y me dicen que es el barco de una ONG y que han venido a ayudarnos. Un par de personas me tapan con una manta y me llevan a su barco. Ahí me dan de comer, de beber y ropa limpia. Viene un médico que me hace una pequeña revisión médica para ver si estoy bien. Me dicen que nos van a llevar a un sitio más seguro que el mar y es en tierra firme.
Cuando llegamos a tierra, nos bajan del barco de la ONG y nos están esperando las autoridades del país. Todavía no se donde estamos.

                                                                 "cuán presto se va el placer
                                                                   cómo, después de acordado,
                                                                                      da dolor;
                                                                   cómo, a nuestro parecer
                                                                   cualquier tiempo pasado
                                                                   fue mejor".



                                                 
                         





martes, 14 de febrero de 2017

DIARIO DE UN REFUGIADO V. DE LA PRISIÓN A LA DERIVA.


                                                  "Sino yo triste y cuitado
                                                   que vivo en esta prisión
                                                   que ni sé cuando es día
                                                   ni cuando las noches son".

Llevamos una semana en el centro de inmigrantes en Italia, en la frontera. No sabemos exactamente donde estamos porque nos tienen incomunicados y no nos dan ninguna información. Algunos de las personas de dentro del centro que están detenidas como mi familia, la familia con la que viajamos y yo. Hablan castellano y nos informan de como funcionan las cosas dentro del centro. Aunque el italiano es parecido al castellano. Hablan tan rápido que a penas entendemos y nos van traduciendo las personas que están como nosotros. Nos han quitado lo poco de equipaje que nos quedaba y no tenemos documentación. Van pasando los días y conozco a una chica, una "avecilla" que lleva algunas semanas más que yo y sabe como funciona el centro. A pesar de la situación, aquí dentro hay mucho apoyo de entre las personas que estamos. Supongo que porque estamos todos en la misma situación. Esta "avecilla" se llama Ana, es de Madrid y se conoce el centro de inmigración como la palma de su mano. Ya que no hay mucho más que hacer que pasear. La "avecilla" me habla de que tiene un contacto fuera que les está ayudando a preparar todo lo necesario para salir del centro. Después de hablar con mi familia, como no tenemos nada que perder, decidimos que Ana cuente con nosotros para poder ser liberados cuanto antes. Van pasando los días en el centro y cada vez estamos más apelotonados, pues entra gente continuamente; más cansados, desesperados y hambrientos porque la comida escasea y es agua y pan. Aunque no recibimos información de los funcionarios, el trato no es demasiado malo, nos dejan en paz. Y en nuestra situación, es mucho.
Cuando llevamos más de un mes, Ana, la "avecilla" nos dice que estemos preparados porque al día siguiente nos devolverán la documentación y nos soltaran. Al principio nos parece difícil de creer. Pero como no tenemos nada que perder. Nos preparamos, pues no hay nada que llevar, esa misma noche.
A la mañana siguiente, en cuanto sale el sol, aparece un funcionario y un policía. Nos hacen gestos para que les sigamos. Llegamos a una sala mi familia y yo donde nos devuelven la documentación y donde hay un hombre que parece ser abogado y es el que nos saca a todos. Desde este momento, no vuelvo a ver a la "avecilla" más. De este hombre sabemos que debe ser abogado y que habla italiano y castellano. Probablemente esto sea gracias a Ana pero no podemos darle las gracias porque ha desaparecido.
Media hora después estamos en la calle agradeciendo a este hombre misterioso, creemos que es abogado pero no tenemos la certeza. Aunque han sido muchos días de estar retenidos seguimos juntos y podía haber sido peor.
Este hombre nos habla de que hay un puerto cerca de donde estamos que sale en pocas horas y que podemos cogerlo, no es muy caro y no tenemos mucho dinero y hay pocas más opciones. Y aunque, no sabemos si lo que nos dice es así, no tenemos más remedio que hacerle caso.
Sin saber donde estamos y a donde vamos, montamos con otras personas y el abogado en un coche hacia el puerto donde está el barco.
Una vez nos encontramos en el puerto, el barco está lleno de gente, tiene mala pinta y parece poco seguro. En el puerto pagamos el dinero que nos piden, pagamos un poco menos porque no tenemos equipaje y montamos toda la familia. Nos dan unos salvavidas que a todos nos quedan enorme.

                                                  !Quien hubiese tal ventura
                                                  sobre las aguas del mar
                                                  como hubo mi familia
                                                  la mañana del puerto!
                                                  "Respondióle inmigrante
                                                  tal respuesta le fue a dar
                                                  "yo no digo mi canción
                                                  sino a quien conmigo va".
                                                 

miércoles, 25 de enero de 2017

DIARIO DE UN REFUGIADO IV. CONSEJOS DE PATRONIO


Cuando había decidido subir al barco separada de mi familia. Aparece otro traficante que me da la opción de viajar en coche a Italia con toda mi familia. Este viaje es más peligroso que en barco pero podemos viajar todos juntos. Decido hablar con Marta, chica de mi edad que he conocido en Valencia mientras esperaba que nos saliera el viaje en barco. Durante el tiempo de espera hemos hecho amistad y cogido confianza. Ella de momento se va a quedar en Valencia porque no está toda su familia reunida. Faltan sus abuelos y espera que lleguen para salir de Valencia.
Le cuento a Marta la opción de viajar todos juntos en coche a pesar de ser un viaje más peligroso. Ella me dice que ella viajaría en coche por ir toda su familia junta. Por eso, ella está esperando a que lleguen sus abuelos para viajar todos juntos. Marta es una persona que la familia le es muy importante. Como me parece que lo que me recomienda que haga yo. Es lo que ella haría y está haciendo en Valencia. Me da la confianza para creer en ella. Realmente es lo que yo pienso, solo necesitaba que alguien me lo confirmara. Lo que me hace decidirme también por esta opción es la historia que me cuenta:
Es la historia que le cuenta Patronio al Conde de Lucanor:

"Los cuervos y los búhos estaban en guerra entre sí, pero los cuervos llevaban la peor parte porque los búhos, que sólo salen de noche y de día permanecen escondidos en lugares muy ocultos, volaban al amparo de la oscuridad hasta los árboles donde se cobijaban los cuervos, golpeando o matando a cuantos podían. Como los cuervos sufrían tanto, uno de ellos muy experimentado, al ver el grave daño que recibían los suyos, habló con sus parientes los cuervos y encontró un medio para vengarse de sus enemigos los búhos.
»Este era el medio que pensó y puso en práctica: los cuervos le arrancaron las plumas, excepto alguna de las alas, por lo que volaba muy poco y mal. Así, lleno de heridas, se fue con los búhos, a los que contó el mal y el daño que le habían causado los cuervos porque él no quería la guerra contra los búhos, por lo cual, si ellos lo aceptaban como compañero, estaba dispuesto a decirles las mejores maneras para vengarse de los cuervos y hacerles mucho daño.
»Los búhos, al oírlo, se pusieron contentos porque pensaban que con este aliado podrían derrotar a sus enemigos los cuervos, con lo cual empezaron a tratarlo muy bien y le hicieron partícipe de sus planes secretos y de sus proyectos para la lucha.
»Sin embargo, había entre los búhos uno que era muy viejo y que tenía mucha experiencia que, cuando se enteró de lo del cuervo, descubrió el engaño que les preparaba y fue a explicárselo al cabecilla de los búhos, diciéndole que, con toda seguridad, aquel cuervo se les había unido para conocer sus planes y preparar su derrota, por lo que debía alejarlo de allí inmediatamente. Pero este experimentado búho no consiguió que sus hermanos le hicieran caso, por lo cual, al ver que no lo creían, se alejó de ellos y se fue a vivir a un lugar donde los cuervos no pudieran encontrarlo.
»Los búhos, no obstante, siguieron confiando en el cuervo. Cuando le crecieron otra vez las plumas, dijo a los búhos que, pues ya podía volar, iría en busca de los cuervos para decirles dónde estaban y, de esta manera, reunidos todos los búhos, podrían acabar con sus enemigos los cuervos, cosa que les agradó mucho.
»Al llegar el cuervo donde estaban sus hermanos, se juntaron todos y, como sabían los planes de los búhos, los atacaron de día, cuando ellos no vuelan y están tranquilos y sin recelo, y destrozaron y mataron a tantos búhos que los cuervos quedaron como únicos vencedores.
»Así les sucedió a los búhos, por fiarse del cuervo que es, por naturaleza enemigo suyo".
MORALEJA:
                                               Al que antes tu enemigo solía ser 
                                              ni en nada ni nunca le debes creer

Este cuento que me contó Marta me enseña que para confiar es importante conocer el comportamiento del otro y ser prudente. Si Marta actúa dando importancia a su familia. El consejo de seguir con ellos es el que me dará. Si me hubiera dicho de separarme e ir en barco como al principio había pensado. Significaría que me estaba mintiendo y no podría confiar en ella. 
Una vez tomada la decisión de ir por carretera a Italia toda la familia. Mi familia y yo hablamos con el traficante y le pagamos el dinero acordado que era un poco más barato que en barco. Aunque también caro porque es un viaje ilegal y peligroso. Dos horas después, llegamos al lugar acordado con el mínimo de pertenencias para el viaje y nuestra documentación. Es una furgoneta de 9 plazas donde subimos mi familia y otra familia más y conduce el traficante. Que no quiso decirnos el nombre. Salimos de noche, a la hora acordada. Tenemos que ir en silencio y partes del viaje los hacemos sin luces, con lo cual resulta todavía más peligroso en algunos momentos. La carretera por la que viajamos es  estrecha, llena de curvas y piedras. Así que con tan poca iluminación es difícil el viaje. En un momento determinado, cuando estamos llegando en un control al pasar la frontera, nos paran en un control y nos requisan la documentación. Nos informan que en el siguiente control, nos la devolverán. Cuando llegamos al siguiente control, nos está esperando la policía. Con la excusa de que no tenemos documentación nos escoltan hasta un Centro de Detención de Inmigrantes Ilegales. Aunque tratamos de explicarles que nuestra documentación la tiene la policía. Y que hemos entrado en coche porque veníamos huyendo del conflicto de nuestro país. No les interesa, y no nos escuchan. Nos meten amogollonados en el Centro de Inmigrantes.